Había una vez.... ya en serio... llegué a eso de las 5 a la universidad, presuroso irrumpí entre la sarta de cachimbos y grupos apostados en el jardín del ovalo (había una que estaba mmm) bueno, tenia clase en el cuarto piso del F y oh sorpresa delante estaba ella, porque tenia que estar allí, maldije y recordé que ella tenia clase en el tercer piso del mismo pabellón así que caballero, reduje la velocidad y trate de ocultarme entre los transeúntes, la vi subiendo las escaleras, así que tenia que ser mas rápido que ella, doble dos veces a la derecha, una a la izquierda y llegue a las otras escaleras, subí cuatro pisos como si necesitara ir al baño urgente.
Después de una ecológica clase tenia que salir de allí sin cruzarmela, pero gracias a las fumadas de los arquitectos hay algunas conexiones entre algunos pabellones, así que de allí directo hasta el segundo piso, luego cruzando del F al E y así hasta el A, izquierda dos veces y las escaleras, directo a refugiarme en el I. Todo iba bien por lo menos, luego tendría que ir a clase y ella estaría en el mismo salón, pero lo iba a afrontar.
Aburrido, aburrido y aburrido.... se nota que es este tipo es aburrido, pero en fin, por suerte no estaba pensando en ello y supongo que por eso escuchaba tanto mi nombre, la solución era salir, conté hasta 3 y seguí sentado, un leve sonido y estaba tambaleándome entre las carpetas hasta la puerta, no se porque pero sentía que ella me iba a seguir, así que no bajaría por aquellas escaleras sino otra vez: izquierda, derecha, izquierda y las escaleras, ahora solo tenia que atravesar los cubitos, el puente, las columnas, la casa, el ovalo y estaría fuera, pero NO, fui interceptado en los cubitos y escuche: "podemos conversar?" ... esta semana no me había desmayado por muchos motivos pero estaba a punto de hacerlo, la cacería había concluido.
Pero, era hora de enfrentar la realidad.