12 de marzo de 2008

La bendita búsqueda...


Todas las personas buscamos algo, sin llegar a extremos filosóficos puedo afirmar que todos buscamos cosas, desde nuestra tasa favorita para tomar el café matutino hasta un nuevo trabajo donde nos paguen más.

Los filósofos decían y lo siguen diciendo: "nuestra vida es una continua búsqueda" y es muy cierto, tomando el caso de las cosas materiales, cuanto tiempo perdemos buscando los objetos indispensables de nuestra vida diaria, por ejemplo las llaves, la billetera, un taxi e incluso una combi que nos lleve a nuestro destino (y no podemos decir que son pocas).

Antes de tocar el tema de fondo definamos que se entiende por búsqueda formal o informal, primero saquemos de nuestra cabeza el prejuicio de la palabra informal que en nuestro medio es usada como definir la piratería y lo ilegal, segundo entendamos por formal aquello que hemos propuesto como objetivo por ejemplo: buscar trabajo e informal como la búsqueda obligada sin que necesariamente sea un objetivo o parte del mismo tomando un claro ejemplo: si queremos ordenar una pizza debemos ubicar el número de delivery de alguna pizzeria aunque lo que buscamos es una pizza y no el número de la pizzeria.

El estrés generado por la búsqueda formal o informal es agotador y proporcional a la satisfacción que nos genera la respuesta o consecución de la búsqueda. El martes tuve que hacer las compras para que prepararan el almuerzo y me tomo mucho tiempo encontrar los productos de la lista, en principio porque un chico como yo no tiene la menor idea de la diferencia entre la espinaca y la acelga, por lo menos sabia que eran 2 plantas verdes en la sección de verduras pero nada más.

Luego de preguntar a varios de los encargados del supermercado y dar muchas vueltas encontré lo que buscaba, allí estaba parado en la cola que con lentitud avanzaba, con un máximo de 10 productos como decía el cartel de "caja rápida" pero de rápida no tenia nada, la encargada de la caja le pedía permiso a los dedos para moverlos, fueron más o menos quince minutos esperando, mirando las caras de aburrimiento de las demás personas que aún esperaban detrás, supongo que con el tiempo nos hemos acostumbrado a destinar algún tiempo para perderlo.

Hace unas meses decidí buscar practicas pre profesionales, cabe resaltar que gracias a mi carrera el espectro laboral es amplio y por ello la Bolsa de Trabajo de mi universidad me es muy útil, por lo menos ya tengo muy buena experiencia en entrevistas personales, test psicológicos y todo tipo de pruebas de aptitud. Aunque ya me he presentado a cuatro empresas no he recibido "la llamada" prometida, supongo que no soy lo que buscan o no concuerdo con el perfil que necesitan.

Tal vez mi situación actual se deba a que inicie mi búsqueda un poco tarde, a mediados del mes de enero, cosa que debí hacerlos desde el mes de diciembre del año pasado. Ahora la búsqueda es más difícil aunque no imposible, pero creo que la parte más tediosa u odiosa es la eterna espera de la respuesta que casi nunca llega, aunque esta espera es un breve paréntesis que interrumpe la búsqueda y permite que los ánimos se calmen, no ayuda mucho porque es tiempo muerto.

Por lo pronto solo me queda esperar.

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